La vuelta de Lost a las parrillas estadounidenses y, por extensión, a los discos duros de los fans españoles me ha creado serias dificultades para actualizar el blog esta semana. Por un lado la estupefacción que cada capítulo deja en el espectador tiene tal efecto sobre mí y me crea tales dudas existenciales que no hubiera sabido que decir. Para cualquier seguidor lo suficientemente enganchado como para no esclavizarse a los caprichos del programador de TVE e introducirse en la vida pirata (que “es la vida mejor”-la SGAE debe estar loquita por descubrir quien puso de moda esa canción en nuestra infancia, porque sin duda tuvo sus efectos-) la vuelta de Lost significaba una prueba de fuego para la serie, teniendo en cuenta el peak brutal que nos habían metido en el último episodio de la temporada anterior. Porque cuando a un adulto le das una caramelo y se lo quitas de golpe te la puede guardar de por vida. Muchos de nosotros terminamos de ver algunos episodios sosones de la tercera temporada diciendo a voz en grito que como no nos desvelaran algo fuerte, o nos dieran respuesta a una de las doscientas mil preguntas abiertas no la volvíamos a ver (¿a quien estamos intentando engañar?). Y es que es cierto que en un argumento tan sumamente misterioso como el que sigue aguantando Lost, puedes ponerte de los nervios tanto después de ver una revelación impactante como con un final de estos moñas en los que Sun y Jin se abrazan, Claire mira a Charlie con cara de “que hobit mas mono” y se funde a negro sobre un plano del estrellado cielo isleño. Por otro lado dilucidar acerca de ojos misteriosos, personajes nuevos, y flashforwards me obligaba a meter spoilers indiscretos que no hubieran sido del agrado de mi audiencia (sé que no soy Lostzilla y que entre mi poco público fiel se encuentran algunos que todavía la ven en TVE, otros que esperan a tener 5 o 6 capítulos para pegarse el maratón el domingo y evitar la incertidumbre que me ha corroído a mí toda la semana, e incluso algunos que no ven Lost y que, aunque aún profetizo que algún día se pondrán y se la tragarán del principio al fin, ahora mismo dejarían de leerme). Así que, como de costumbre, he preferido comentar mis propias opiniones sobre lo que a grabar una serie como Lost se refiere, sin meterme en destriparla o dar palos de ciego argumentales.
Una de esas incógnitas sin contestar de la que ya casi todos (incluidos los guionistas) nos hemos olvidado. ¿Qué tiene que ver Matt Groening en todo esto?
Durante toda la semana me he documentado, he recorrido los foros más freakies, intentado encontrar un tema claro sobre el que comentar. ¿Quiénes son los del helicóptero?¿quienes son los “6 de Oceanic”?¿de quién es el ojo?¿quién se sienta sobre la mecedora de la cabaña?¿debería llamarse “losties” a los personajes o a los seguidores de la serie?. Mi conclusión no ha tenido nada que ver con una revelación argumental ni he desvelado que la serie de números oculta el sentido de la vida. De hecho cuanto más leo las opiniones de los demás, más me lio y lo único que saco en claro es que el trabajo de todo el equipo que hace la serie y en especial de los guionistas merece una ovación, una estrella por cabeza en el paseo de la fama, varios “ole sus huevos”… en fin cada uno que lo diga con su propio estilo.
Los que aún no lo habéis visto os estaréis pensando que el primer capítulo de la temporada 4 debe ser una auténtica pasada para que reaccione así. Pero no es esa la razón. El capítulo no decepciona pero sin duda no es el más impactante si comparamos con el último de la tercera o con cualquiera de los de la segunda en los guionistas se les fue tanto la olla que tuvieron que cambiar de rumbo y nos dejaron con 24 episodios que te dejaban el corazón en un puño pero que, hasta que se demuestre lo contrario, no llevan a ningún sitio.
¿Mala imagen para la serie?
Mi alabanza a la producción de la serie se sigue de la comprobación de que cada episodio nuevo de Lost es analizado al milímetro por una gran cantidad de “ultras” que se lo ven cuatro veces a velocidad normal y otro par pausando cada 5 minutos para estar seguros de si esa sombra que se ve al fondo es la de un oso polar invisible o un microfonazo causado por un calambre que le dio al técnico de sonido en el brazo. Después lo ven frame a frame y capturan unos cuantos, los pasan por photoshop para quitarles desenfoque y darles contraste y después de varios pasos técnicos más que desconozco aseguran que la figura lejana y desenfocada que se ve en el minuto 35 segundo 15 frames 1 a 23 es la madre del tío Sawyer que salió en un flashback de Locke allá por la tercera temporada (exagero un poco en cuanto a esta última parte para no dar pistas sobre la identidad de la sombra, pero el hecho de que alguien la ha sacado a la luz es totalmente cierto). El caso es que yo me imagino ahora lo que esto supone en rodaje. Inventemos un ejemplo (soñar es gratis):
Creo que os vais haciendo a la idea: “Oye, hemos decidido definitivamente que al final de la 6ª temporada se desvele que Kate mató a el padre del primo segundo de Hurley de un disparo en la cabeza en vez de con un coche bomba””Gracias chicos, como me alegro de que cuando sacamos un plano del cadáver hace tres temporadas le pusiéramos un agujero en el cráneo, en los foros estaban empezando a sospechar”. Y así periódico puro.
"¿Ha firmado ya el finiquito? Entonces podéis maquillarla"
Es cierto que series raras ha habido muchas en la historia de la televisión reciente, así en el momento se me vienen a la cabeza Twin Peaks y Expediente X, que empezaron a liar el argumento hasta limites demenciales. Pero ninguna con unos seguidores tan exigentes como los de Lost. Quizá porque la época no lo propiciaba, quizá porque no estaba extendido el uso de la Red como lo estaba el del calzado o el del vehículo motorizado y ahora sí lo está. El caso es que el equipo de Lost ha aguantado cuatro temporadas sin flaquear (cierto lo de “cuatro” está aún por verse) y sin perder del todo el rumbo. Aunque el incluir todo un elenco de nuevos personajes en la segunda temporada para liarnos hizo que se les viera un poco el plumero de la esquizofrenia paranoide pero lo atajaron el problema de raíz, haciéndoles desaparecer de la noche a la mañana. Sin duda un acierto total ha sido el poner una fecha final a la serie, lo que les obliga a cerrar argumentos, dar respuestas a tramas que seguro abrieron sin ni siquiera saber como iban a cerrar y, sobre todo, adelantarse a nuestras pesquisas de audiencia compulsiva. Aceptémoslo, lo nuestro no es muy normal y puede que ni siquiera sea sano. Si queréis justificarlo pensando que estamos haciendo historia, allá vosotros; yo prefiero pensar que somos malvados y que los supervivientes no están delante sino detrás de las cámaras.
Mi escotilla
Agradecimientos: a los que suben lo capítulos a Internet nada más estrenarse en USA, a los que hacen los subtítulos pocas horas después y a Lostzilla por juntarlo todo en la misma web.
1 comentario:
Qué razón tienes en cuanto a lo de mirar con lupa cada frame de la serie. Está muy bien eso de investigar y argumentar cosas, pero el exceso lo hace todo infumable. Soy una adicta a LOST, pero reconozco que hasta que no me dio por registrarme en foros no percibí que era una simple espectadora, que acepta una sombra poco luminosa tras un primer plano sin preguntarse si ese será el hijo oculto del primo de la prima de alguien... Debe ser duro hacer conjeturas que después se desploman in situ. Hubo uno buenísimo hace poco - spoiler- y es que salía una extra, recalco lo de extra porque es para flipar, que decían que era Juliet de vieja!!! Vamos, una flipada más que venía de la mano de los espectadores llamemoles "frame a frame".
En fin, menos mal que todos los que están tras las cámaras de LOST andan con mil ojos... y aun así, alguna cosilla tonta se les escapa.
Un post muy bueno, por cierto.
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