Está visto que el gusto de los internautas por descargar series extranjeras que llenen el hueco de desasosiego que dejan Escenas de matrimonio o Física o Química no solo tiene consecuencias negativas, como se empeña en hacernos creer esa ministra de aplauso facil, sino que empieza a ser el reto que les faltaba a los productores españoles para salir de su abulia. Es incluso posible que hayan empezado a plantearse que la mejor manera para competir con contenidos de calidad no sea quejarse sino apostar por la calidad dentro de casa. Y, aunque el elenco de actores españoles todavía deja un poquito que desear, la factura técnica de las nuevas series como Hay alguien ahí, La chica de ayer o Doctor Mateo empieza a ser algo a tener en cuenta. De pronto parece que en los sets de rodaje hay un director de fotografía y no alguien que se haya dejado la luz del baño encendida, parece incluso que alguien haya pensado en el guión al hacer el casting en vez de volver a llamar a aquel amigo con el que hizo la obra de Navidad en el colegio y al que aún le debe mil duros desde los 80.
Pero todo tiene un principio y en el caso de la producción de Plural este es el programa de Iker Jiménez. Es posible que cuando 4º Milenio comenzó su andadura más de uno nos planteáramos como un programa de contenidos tan excasos de discusión, tan faltos de material documental e incluso, en ocasiones, tan absurdos (pienso en aquel sobre el Yeti, en el que se juntaron en el plató 5 o 6 reputados desconocedores de la criatura) podían llegar a resultar tan entretenidos, tensos e incluso para algunos (hablo por mí) aterradores cuando apagábamos la televisión y la casa se quedaba a oscuras. Sin duda porque la capacidad del equipo técnico del programa era por descontado superior a la de lo que estamos acostumbrados a ver y porque se veía que las reconstrucciones, que en cualquier otro programa de este tipo no hubieran sido más que ilustraciones anecdóticas, estaban creadas con mimo y con trabajo duro que, al fin y al cabo, es primordial para que las cosas salgan bien. De cada una de las grabaciones de 4º Milenio salía una pequeña historia completa, una especie de cortometraje de terror en el que todo estaba hilado al milímetro: montaje, iluminación, efectos, actores... y que sin demasiados medios conseguía piezas completas de excelente calidad. A los que nos dimos cuenta de este potencial nos daban ganas de que esta gente saliera del nicho del late night dominguero y nos pegara un buen susto utilizando ese talento para grabar cortos, series o películas. Finalmente alguien con voz y voto debió de pensar lo mismo y nació Hay alguien ahí.
Si bien tiene un guión un poco culebronero (la audiencia española es la que es y hay que satisfacerla al completo) y un maltrato de sus propios personajes por los que no comparto el gusto, esta serie tiene más cosas buenas que malas, y eso es de agradecer. La planificación, la fotografía y el ritmo empiezan a asemejarse a una producción americana. Eso sin hablar de la elección de los actores que, cada vez más, toman las normas de los maestros exigiendo una concordancia total con el personaje tanto física como psicológica y exigen cierto nivel interpretativo. Es una pena que no se hayan dado cuenta de que aunque ciertas series de éxito internacional se basen en juzgar a la coral de sus personajes por algo malo que todos comparten (véase que no hay personaje de Lost que no haya roto un plato en su vida) es necesario que éstos tengan cierta capacidad de identificación con el público y que al fin y al cabo acaben cayendo bien (cosa de la que los integrantes de la familia Pardo, niña incluida, están cada día más lejos). No obstante, si hubiera que rescatar algún actor de la paellera de la españolada, sin duda sería alguno de los de esta serie y, para bien de los que seguimos pensando ver la tele durante muchos años, serían los más jóvenes.
Es posible que los internautas sean unos piratas sin escrúpulos, unos ladrones de la cultura, unos delincuentes irresponsables. Pero si gracias a ellos alguien se dio cuenta de que en este país somos capaces de hacer competencia a Medium levad el ancla y dejemos que este barco fantasma siga habitando en las pesadillas de Jose Luis Moreno. JUA JUA JUA JUA (leasé como risa malvada y/o diabólica).
1 comentario:
Un ángulo muy interesante.
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